El olivar no sólo está formado por olivos, tiene una serie de recursos como son: el suelo, las plantas espontáneas, el agua de lluvia y los insectos auxiliares.
También puede tener otros recursos como las plantas que se cultiven en su interior o se conserven en las lindes, el agua de riego, los animales domésticos....
El manejo adecuado de estos recursos sienta las bases para un cultivo sostenible, con el que podemos conseguir aumentos notables en la rentabilidad de las explotaciones sin degradar el medio ambiente.
Un error de muchos agricultores es creer que su patrimonio son sus cultivos, pero están equivocados, su patrimonio más valioso es el suelo y es lo que mas deberían cuidar. Un cultivo que se pierde se repone con nueva cosecha, un suelo degradado tal vez nunca lo recupere.
La olivicultura ecológica, orgánica o biológica, es un sistema de producción que tiene como principal objetivo obtener aceite de la máxima calidad sin utilizar sustancias químicas de síntesis (plaguicidas, abonos químicos, etc).
Gran parte de las enfermedades e infecciones de los árboles se manifiesta a través de sus hojas. Recoger, preparar y conservar las muestras tomadas en campo de forma adecuada antes de enviarla al laboratorio, es esencial si queremos acertar con el diagnóstico.